Fugas, torturas y hacinamiento: la cárcel al borde del colapso

El penal Morros Blancos de Tarija es el reflejo de lo que pasa a nivel nacional. Un recinto que es habitado por cerca de 1.400 personas privadas de libertad y solamente cuenta con 40 funcionarios de la Policía a cargo de mantener el orden. Es decir, un guardia por cada 35 internos

Interior de Morros Blancos

La problemática de las cárceles en Bolivia reaparece cada cierto tiempo sin que haya una solución definitiva al hacinamiento, violencia e inseguridad de los recintos. Particularmente la cárcel tarijeña de Morros Blancos en las últimas semanas ha mostrado señales de alerta con fugas y ajustes de cuentas con torturas de un interno a otro.

Todo ocurre en un recinto que ocupa un manzano, que es habitado por cerca de 1.400 personas privadas de libertad y que solamente cuenta con 40 funcionarios de la Policía a cargo de mantener el orden. Es decir, un policía por cada 35 internos y muchos de ellos de alta peligrosidad.

Hacinamiento

En el departamento hay distintos recintos carcelarios, en Tarija, Bermejo, Yacuiba, Entre Ríos y Villa Montes. De acuerdo al último informe de la Defensoría del Pueblo, en todos hay un problema de hacinamiento. Sin embargo, los más saturados son el de la capital y la carceleta bermejeña.

 

Custodios En el penal de Morros Blancos 40 policías custodian a 1.400 privados de libertad

El párroco de esta y todas las cárceles del departamento, Miguel Sotelo, informó con indignación que las celdas no dan abasto, que hay internos durmiendo en los pasillos y que a veces no alcanzan ni las frazadas para que puedan echarse. La situación es similar con los baños.

Inseguridad

El 6 de agosto durante el control matutino de cambio de turno los policías se percataron de la ausencia de Lidio Rolando Condori Sánchez, alias “El Cuervo”. Había escapado en la mañana. Aunque lo atraparon en menos de 24 horas, reavivó los cuestionamientos a la seguridad en el penal.

La Policía ya identificó al implicado y el herido se encuentra fuera de peligro, pero deberá ser trasladado a otro recinto por su propia seguridad.

Resguardo

La directora de Régimen Penitenciario, Gabriela Tintaya, reportó que por turno hay unos 40 efectivos policiales para las tareas de control. Apuntó que el número es insuficiente y el padre Sotelo coincidió con su criterio, pero agregó que el personal también carece de formación para atender a esta población.

Tintaya, al igual que en el pasado lo hizo la Policía y hasta la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve), llamó a “que los parlamentarios, por lo menos, hagan algo” y aprueben el proyecto de ley para el uso de manillas electrónicas a fin de liberar a policías que custodian a sujetos con detención domiciliaria, así podrían ser asignados a las cárceles de capital y provincia.

Hacinamiento, un problema a nivel nacional

La Dirección General de Régimen Penitenciario contabiliza más de 32 mil privados de libertad hasta diciembre de 2024. Aunque la cifra varía constantemente por salidas y nuevos ingresos, la tendencia es ascendente. En 2019 el número era de 18.208 y por entonces ya había un conflicto con el hacinamiento.

Una de las causas está en el sistema judicial, la falta de personal y la retardación de causas hace que más del 50% de los privados de libertad estén con detención preventiva, una minoría con sentencia.

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