A través de una denuncia pública en redes sociales, realizada por la Sociedad Potosina De Ecología Sope, se dio a conocer lo siguiente:
Jacobo Copa Mamani, autoridad originaria del Ayllu Cala Cala, dijo haber sido víctima de una emboscada, secuestro, tortura y tratos inhumanos a manos de miembros de la Cooperativa Minera Mollepata y efectivos policiales en el departamento de Potosí. El hecho ocurrió entre el 25 y 26 de junio, cuando líderes del ayllu intentaban hacer cumplir una medida precautoria ambiental contra actividades mineras en la zona de Miriuri, una cabecera de valle con ríos de agua limpia y alta biodiversidad.
Según su relato, el grupo de autoridades indígenas llegó de forma pacífica al lugar para entregar la notificación. Sin embargo, fueron atacados con dinamita, piedras e insultos por parte de los mineros. Ante la violencia, se retiraron a un lugar cercano, pero al día siguiente fueron nuevamente emboscados.
“Intenté escapar por el río, pero me alcanzaron, me tumbaron al piso, me patearon el ojo, la boca, me rompieron la dentadura. Me amarraron con mi propia chalina”, narró Copa Mamani, quien además aseguró que fue subido a la tolva de una camioneta, conducida por Teodoro T., con Gonzalo A., presidente de la cooperativa, como copiloto.
La víctima fue trasladada de forma forzosa hasta la ciudad de Potosí, donde, según su testimonio, fue acusada falsamente de transportar droga. Tras descubrirse que lo que portaba era en realidad chachacoma, fue igualmente esposado, golpeado y sometido a insultos y violencia física dentro de una oficina policial. “Me pusieron esposas que me apretaban fuertemente, me quitaron la mochila, me golpearon en la planta del pie, me cachetearon”, declaró.
Copa Mamani denunció también que, tras ser abandonado en una oficina policial, no recibió atención médica ni protección alguna. “Me trataron como si no fuera ser humano”, afirmó.
El líder indígena no fue el único agredido. Romel Pérez Cruz, otro comunario del ayllu, fue emboscado al día siguiente y brutalmente golpeado, quedando inconsciente tras el ataque.
En su declaración, Copa Mamani hizo responsables directos a Gonzalo A. y Teodoro T. por su secuestro, y a varios efectivos policiales —entre ellos un oficial identificado como “el mayor”— por encubrimiento, maltrato físico y violación de sus derechos fundamentales.
Asimismo, exigió a la Fiscalía Departamental de Potosí y a la Defensoría del Pueblo abrir investigaciones y sancionar a los responsables, además de garantizar la protección del Ayllu Cala Cala frente a futuras agresiones. Reclamó también el respeto a la justicia indígena, establecida en la Constitución Política del Estado, y la defensa del agua y la vida frente a los impactos destructivos de la minería.
“No callaremos. No retrocederemos. El agua es vida. Cala Cala no está solo”, concluyó la autoridad originaria.